sábado, septiembre 13, 2008
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fijate.cl
miércoles, septiembre 03, 2008
lunes, septiembre 01, 2008
El Anticristo Transmite.
Este portador de la buena nueva, murió como había vivido y predicado; no para redimir a los hombres, sino para enseñar como hay que vivir. La práctica es el legado que dejó a la humanidad; su conducta ante los jueces, ante los soldados, ante los acusadores y toda clase de difamación y escarnio, su conducta es la cruz. No se resiste, no defiende el-derecho, no da ningún paso susceptible de conjurar el “trance” extremo, aún más, lo provoca… Y ruega, sufre y ama a la par de los que le hacen el mal, en los que le hacen mal… No resistir, no odiar, no responsabilizar… no resistir tampoco al malo, sino, amarlo.
Solo nosotros, los espíritus emancipados, estamos en condiciones de entender algo que ha sido malentendido por espacio de veinte centurias; esa probidad hecha instinto y pasión que combate la mentira santa, aún más que cualquier otra mentira… Se ha estado infinitamente lejos de nuestra neutralidad cordial y cautelosa, de esa disciplina del espíritu sin la cual no es posible adivinar cosas tan extrañas y delicadas; en todos los tiempos se ha buscado en ellas, movidos por el ego-istmo insolente, tan solo la propia ventaja, se ha levantado sobre lo contrario del Evangelio el edificio de la iglesia…
Nietzsche
domingo, junio 15, 2008
martes, mayo 13, 2008
miércoles, febrero 27, 2008
LA TIENDA DE LA VERDAD
El hombre paseaba por aquellas pequeñas callecitas de la ciudad provinciana. Tenía tiempo y por eso se detenía algunos instantes, delante de cada escaparate, delante de cada tienda, en cada plaza. Al torcer una esquina, de pronto se encontró un local cuya marquesina estaba en blanco. Intrigado, se acercó a la vidriera y arrimó la cara al cristal para poder mirar dentro del oscuro escaparate. En el interior, solamente se veía un atril que sostenía un cartelito escrito a mano que anunciaba "Tienda de la Verdad".
El hombre estaba sorprendido, pensó que era un nombre de fantasía. Pero no pudo imaginar que vendían. Entró. Se acercó a la Señorita que estaba en el primer mostrador y preguntó – Perdón, ¿esta es la tienda de la verdad? – ¡Si, señor! ¿Qué tipo de verdad está buscando? ¿Verdad Parcial?; ¿Verdad relativa?; ¿Verdad estadística?; ¿Verdad Completa?
Así que allí vendían la verdad. Nunca se había imaginado que aquello fuera posible, llegar a un lugar y llevarse la verdad. Era maravilloso. ¡Verdad Completa! – dijo el hombre sin dudarlo. Estoy cansado de mentiras y falsificaciones. No quiero más generalizaciones ni justificaciones, engaños y fraudes. ¡Verdad Plena! – ratificó.
- Bien, Señor, ¡sígame, por favor! La Señorita acompañó al cliente a otro sector y señalando a un vendedor adusto, le dijo – El Señor le atenderá.
El Vendedor se acercó y esperó a que el hombre hablara.
- Vengo a buscar la Verdad Completa. – ¡Aha! Perdone, dijo el Vendedor. ¿Pero el caballero conoce el precio? – No. ¿Cuál es? Contestó rutinariamente. En realidad, él pensaba que estaría dispuesto a pagar lo que fuera por la Verdad.
- Si Usted se la lleva, el precio es que nunca más volverá a estar en paz.
Un escalofrío recorrió la espalda del hombre. Nunca se había imaginado que el precio fuera tan alto.
- ¡Ah, gracias, eh, me disculpe!, balbuceó. Se dio media vuelta y salió de la tienda mirando al suelo. Se sintió triste, al darse cuenta que todavía no estaba preparado para la Verdad Absoluta. De que aún necesitaba algunas mentiras en las que encontrar descanso, algunos mitos e idealizaciones en las cuales refugiarse, para no tener que enfrentarse consigo mismo.
Se consoló pensando, quizás, quizás, más adelante…
No necesariamente lo que para mi es beneficioso, lo es para otros. Puede suceder y es justo que así sea, que alguien crea que el precio de cierto beneficio es demasiado costoso. Es lícito que cada uno decida que precio quiere pagar a cambio de lo que recibe. Y es lógico que cada uno elija el momento para recibir lo que el mundo le ofrece. Sea la Verdad o cualquier otro beneficio.
Hay un proverbio árabe que dice: "Para poder descargar un cargamento lleno de trigo, lo más importante es tener un recipiente donde guardarlo". Pues bien, ¡despierta a esto! Con la Sabiduría y la Verdad pasa exactamente lo mismo.
Versus6985